En esta edición de BRIEF: Europa retrocede, se viene un ejército de robots, Meta suspira de alivio y la IA se vuelve (aún más) cariñosa.

Menos, ¿es más?

Actualizaciones breves

La Comisión Europea presentó el “Digital Omnibus”, un paquete que modifica piezas centrales del GDPR, el AI Act y normas de ePrivacy con el argumento de simplificar y mejorar la competitividad. En la práctica, las propuestas facilitan la recopilación y el procesamiento de datos personales para entrenar IA, flexibilizan el uso de cookies y debilitan las garantías de los usuarios. Las organizaciones civiles hablan sobre “el mayor retroceso de derechos digitales en la historia de la UE”.
▸▸ TECH POLICY PRESS / EDRi / NYT / THE VERGE / EPD

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Trump hizo circular un borrador de orden ejecutiva que busca impedir que los estados de EE.UU. aprueben sus propias leyes de IA. El plan incluye un “AI Litigation Task Force” para demandar regulaciones estatales y condiciona los fondos federales para que los estados se alineen con un estándar nacional más laxo. Tras una primera reacción de rechazo a la medida, la orden se congeló; pero el lobby tecnológico ya empuja una ley federal que reemplazaría normas estatales más estrictas. 
▸▸ AXIOS / TECH POLICY PRESS / REUTERS

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ChatGPT ahora quiere caer bien. OpenAI lanzó GPT-5.1, un modelo más “cálido” y “personal”, con tonos predefinidos como Friendly, Candid o Quirky. El giro responde a una caída leve en el uso tras endurecer los filtros después de los últimos eventos relacionados con temas de salud mental. Lo interesante no es el tono, sino cómo esta calidez responde a un modelo de negocio pensado para generar más apertura emocional, más datos sensibles y más riesgos si no hay reglas claras. Un análisis de 47.000 conversaciones muestra que millones de usuarios tratan al modelo como confidente más que como herramienta y hablan de angustias, traumas, relaciones y dudas íntimas. El problema es que gran parte de esa información queda almacenada, clasificada y utilizable para entrenar modelos futuros.
▸▸ PLATFORMER /THE REGISTER / OPENAI / TWP

Relacionado: Un peluche conectado a GPT-4o fue sorprendido haciendo roleplay sexual y dando instrucciones para encontrar cuchillos, pastillas y fósforos.

Relacionado x2: Character.AI, presionada por demandas que la culpan de contribuir al suicidio de un adolescente, cortó el acceso general a sus bots para menores de 18. En Reddit, TikTok y Discord miles de adolescentes describieron la medida como “una ruptura” con sus compañeros digitales y algunos dijeron haber llorado durante días.

Relacionado x3: En paralelo, la UE discute prohibir el acceso a redes sociales a menores de 16 años.
▸▸ THE REGISTER / TWP / THE GUARDIAN / THE VERGE / WSJ / POLITICO

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La industria automotriz quiere un ejército de robots. Parte del megabono de Tesla a Elon Musk estará destinado al despliegue de un millón de robots Optimus, su humanoide estrella. Musk promete que harán trabajos peligrosos, acompañarán a personas, perseguirán a criminales para prevenir delitos y hasta ayudarán a colonizar Marte. Y no es solo Tesla: Hyundai, BMW, Mercedes, Xpeng y Rivian están creando sus propios humanoides. El salto hacia la seguridad privada y la defensa nacional parece más cerca que lejos.
▸▸ THE ATLANTIC

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Cloudflare se cayó. Provocada por un bug en un archivo de configuración de su sistema de gestión de bots, la caída dejó fuera de línea a millones de sitios, entre ellos ChatGPT, X y servicios de universidades. No fue un ataque, sino un error interno de una empresa que presta servicios a más de un quinto de internet y controla capas críticas de seguridad, DNS, identidad y hasta pagos. La parálisis digital fue un recordatorio más sobre cuánto la internet de hoy y nuestras rutinas diarias en línea dependen de muy pocos puntos críticos. 
▸▸ CLOUDFARE / TWP / THE GUARDIAN

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En California, un juez sancionó a demandantes que presentaron como prueba un video deepfake generado por IA. El caso abre una nueva fase en la discusión sobre la autenticidad de la evidencia digital. Varios informes proponen modificar las reglas de prueba para que, quien presenta videos, audios o imágenes, deba demostrar que no están manipulados por IA, o al menos someterlos a peritajes especializados.

Relacionado: En paralelo, Google lanzó su nuevo modelo de imágenes, “Nano Banana Pro”: crea diagramas, clips y material hiperrealista en segundos.
▸▸ NBC / COLORADO / LEGAL FUTURESGOOGLE / THE VERGE

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X estrenó su función “About This Account” y todo se volvió un desastre. Muchos de los influencers pro-Trump más virales no están en EE.UU., sino en Nigeria, India y Europa del Este. La herramienta fue inicialmente retirada y luego restituida, pero alcanzó para mostrar que gran parte del contenido político estadounidense no proviene de estadounidenses y dejó al descubierto un negocio global de creadores que monetizan la polarización a través del revenue share de la plataforma. 

Relacionado: Grok, el chatbot de Musk, insistió en que su creador es “más inteligente, rico y más atlético que LeBron James”.
▸▸ THE DAILY BEAST / TECHDIRT / WIRED / THE GUARDIAN / CBS / ROLLING STONE / THE GUARDIAN

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Según el informe “Freedom on the Net 2025”, la libertad en internet cayó por decimoquinto año consecutivo. De los 72 países evaluados, 28 retrocedieron y sólo 17 mejoraron. Estados Unidos aparece entre los que más se deterioraron.
▸▸ FREEDOM HOUSE

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Un fallo en WhatsApp permitió mapear 3.5 mil millones de cuentas en todo el mundo. Investigadores en Viena lograron consultar más de 100 millones de números por hora y reconstruir no solo teléfonos, sino fotos de perfil, sistemas operativos y hasta la antigüedad de cada cuenta. Sí, la encriptación de extremo a extremo protege el contenido de los mensajes, pero no necesariamente la metadata asociada.
▸▸ WIRED / UNIVIE 

Ideas para masticar

El mantra de la innovación 

La narrativa de la desregulación ganó terreno y es una escena difícil de ignorar. La Unión Europea -el bloque que creó el GDPR, el AI Act, el DSA y básicamente todas las referencias regulatorias hoy en día para el resto del mundo- decidió retroceder. El “Digital Omnibus” no es solo una simplificación técnica, sino un giro cultural: Europa parece sostener la incompatibilidad entre la protección de los derechos con la innovación, aun cuando la evidencia sigue sin acompañar esa premisa.

Por su parte, el presidente Trump apunta a la regulación, en general, como enemiga del crecimiento económico y de la innovación, para que las empresas estadounidenses lleguen, con sus propias reglas del juego, a los mercados de todo el mundo. Mientras, la UE reescribe sus normas más emblemáticas. Pero, ¿cuánto más puede aguantar el argumento del crecimiento cuando la “competitividad” llega con costos sociales evidentes y no hipotéticos? Es una tendencia peligrosa tomar  decisiones especulativas basadas en problemas de innovación futura, mientras los daños presentes se acumulan sin respuestas contundentes. Se legisla sobre lo que actores dentro de la industria dicen que podría pasar, pero no sobre lo que ya está ocurriendo. 

Quizás una manera más constructiva sea dejar de mirar el problema de forma binaria. Pareciera que el fondo del asunto no se resuelve, finalmente, regulando más o regulando menos, sino dando cuenta de las complejidades del ecosistema digital del 2025. Quizás un elemento adicional que no ha sido destacado lo suficiente es desplazar el foco de la competencia económica hacia la soberanía pública: que el control de los datos, la infraestructura y las plataformas de comunicación, que ya funcionan sean capas esenciales del Estado, formas de infraestructura pública. Es decir, que la aproximación regulatoria no sólo apunte a corregir abusos, sino también a definir qué elementos deben permanecer bajo control democrático y cuáles delegarse al mercado. 

Hasta ahora, y con todos sus problemas, Europa ha ido construyendo sostenidamente una mirada regulatoria alternativa a Silicon Valley, tomando como punto de partida la necesidad de garantizar los derechos de los ciudadanos europeos en los ecosistemas digitales, sin importar dónde se desarrollen. Importar hoy una agenda de desregulación parece ser tentador dados los vientos políticos que parecen ser dominantes en estos días, pero también implica resignarse a operar con menos poder de negociación y más dependencia de actores que no rinden cuentas localmente. Porque si la UE decide optar por una hipótesis de desregulación por miedo a “quedarse atrás”, el riesgo para los países del sur es adoptar una agenda diseñada para proteger la competitividad de otros pero no nuestros derechos, ni nuestros datos, ni nuestras infraestructuras.

El costo de la innovación no lo paga el norte. Lo pagamos nosotros.

 

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