Verifica que no eres un robot
Actualizaciones breves
Trump anunció un cobro de US$100.000 por cada nueva visa H-1B, clave para trabajadores de India y China en Silicon Valley. La comunicación inicial fue caótica porque se informó que aplicaba a visas ya emitidas y que incluso podía cobrarse al ingresar al país. Google y Microsoft aconsejaron a sus ingenieros no salir de Estados Unidos por miedo a no poder regresar. Tras la confusión, se aclaró que será un pago único para los casos nuevos. El trasfondo es lo que importa: la H-1B es criticada por “importar” mano de obra barata, pero también es la base que les permite a las startups contratar algunos talentos clave. Con esta medida, los grandes podrán pagar; los pequeños, no.
▸▸ RESTOFTHEWORLD / CNBC
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¿Es muy difícil terminar con la suscripción Prime de Amazon? Sí, y Amazon pagará hasta US$2.500 millones para cerrar el juicio con la Federal Trade Commission en Estados Unidos, que acusó a la empresa de usar “patrones oscuros” para inscribir a millones en Prime y luego hacer casi imposible que pudieran darse de baja. El acuerdo no solo es una importante señal política y uno de los más grandes en la historia de la FTC, sino que pone en la mira un problema estructural del diseño digital y las interfaces pensadas para confundir, inducir o bloquear decisiones de las personas usuarias. La FTC busca que estas prácticas se reconozcan y castiguen al igual que otros fraudes de mercado.
▸▸ NYT
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Europa quiere terminar con la plaga de banners de cookies. La Comisión Europea propone que las preferencias de privacidad se definan una sola vez, en el navegador, en vez de aceptarlas en cada sitio. En el fondo, busca simplificar una ley de 2009 culpable de los banners de cookies, que llenó la web de pop-ups. La industria aplaude, mientras los críticos advierten que el plan podría ampliar las bases legales para recolectar datos —por ejemplo, bajo la etiqueta de “interés legítimo”— y facilitar el rastreo masivo.
▸▸ POLITICO
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California se adelantó y aprobó la primera ley de seguridad en IA. La medida exige que las grandes empresas tecnológicas publiquen protocolos, reporten incidentes y protejan a denunciantes. Es una regulación más estricta que la norma europea y probablemente marque una pauta de cómo controlar tecnologías de alto riesgo a nivel nacional.
▸▸ POLITICO
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OpenAI sale a competir como red social con Sora, una app tipo TikTok. El nuevo lanzamiento permite que cualquiera pueda generar videos de 10 segundos con IA. Pero la novedad está en el “cameo”: tu cara y tu voz pasan a ser protagonistas de los videos. La mejor muestra del futuro de internet: personalizado y sintético .
▸▸ AXIOS /OPENAI
Relacionado: YouTube eliminó un canal que publicaba videos generados por IA de mujeres ejecutadas con disparos en la cabeza, creados con la nueva herramienta Veo de Google. El canal reunió más de 175.000 vistas y 1.000 suscriptores antes de ser dado de baja. El caso expone dos fallas críticas: los filtros de seguridad de la IA no impidieron la creación de este material, y la moderación de YouTube reaccionó tarde.
▸▸ 404MEDIA
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Brasil usa inteligencia artificial en sus tribunales para procesar más rápido una montaña de 70 millones de casos, aunque la IA hace que también ingresen más causas que antes. Hay más de 140 sistemas que ayudan a jueces a redactar sentencias o revisar expedientes. Pero los abogados también usan IA para escribir y presentar demandas en serie. Así, cada juicio se resuelve antes, pero entran más causas que nunca.
▸▸ RESTOFTHEWORLD
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El “workslop” —contenido de baja calidad generado por IA que parece trabajo útil, pero no lo es— invade las oficinas. Un estudio del MIT Media Lab muestra que el 95% de las empresas que adoptaron estas herramientas no ganan tiempo ni eficiencia. Al contrario, abundan documentos rápidos y tareas mediocres que otros deben rehacer, afectando la confianza y la productividad.
▸▸ HBR
Relacionado: La paradoja del slop. Mientras la automatización elimina millones de empleos, surge otra industria para limpiar el contenido barato y defectuoso que producen las IA. Las empresas contratan personas para corregir documentos, logos, canciones e incluso código generado por máquinas. Automatizamos para contratar más humanos.
▸▸ SIFY
Relacionado x2: Los subtítulos automáticos aún fallan, y los traductores humanos siguen siendo insustituibles para matices y contexto cultural.
▸▸ WASHINGTONPOST
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Xania Monet, una cantante creada con IA que suena como Beyoncé, firmó contrato por US$3 millones con Hallwood Media tras superar 5 millones de streams. La Oficina de Copyright de EE.UU. rechazó inscribirla porque no es humana. Pero el caso no solo es relevante por el debate legal: también abre preguntas sobre el futuro de los músicos humanos —¿las disqueras apostarán por artistas sintéticos?— y sobre el consumo y la confianza: ¿sabremos diferenciar lo humano de lo sintético? ¿Importa?.
▸▸ CONSEQUENCE
Ideas para masticar
La internet de las cosas que no existen
Recordar cómo era internet no es pura nostalgia: es constatar que algo cambió. Hoy la red se está poblando de contenido que no es real. YouTube bajó recientemente un canal con videos hiperrealistas de mujeres baleadas, creados con la nueva IA de Google. OpenAI lanzó una red social para generar y compartir videos cortos con avatares (¿cameos?) propios o de otras personas en escenas tan absurdas como la plataforma lo permita. Una cantante hecha con IA acaba de firmar un contrato millonario. Y los buscadores recomiendan contenidos escritos por absolutamente nadie.
El riesgo de la proliferación de estos contenidos sintéticos no es solo la creación de confusión, la pérdida de credibilidad o el debilitamiento de los ecosistemas de información, sino el vaciamiento del sentido mismo de internet: en vez de conectar a personas que generan y comparten conocimiento, o de impulsar la creatividad, el estado actual de la red nos convierte en espectadores que navegan desorientados entre las ilusiones digitales que nos ponen en el camino. Ilusiones cada vez más perfeccionadas para imitar el mundo que conocemos, y cada vez más alejadas de lo real.
Lo preocupante es normalizar el contenido vacío como parte de lo cotidiano en línea. Las big tech celebran esta transformación bajo el discurso de la creatividad: dicen que estamos ampliando los límites de la imaginación. Pero lo que realmente está ocurriendo es otra cosa —una economía de lo irreal, donde el contenido falso se mezcla con lo humano.
El desafío es consensuar regulaciones que protejan la producción colectiva de conocimiento y la creatividad. Porque una internet que deja de ser cooperativa, interactiva y confiable, ¿sigue siendo la red que queremos construir?